Desde luego, no es mi primer salón del manga, y tampoco creo que sea el último, per sí que se trata del primer salón al que acudo como colaboradora. ¿La experiencia? Calurosa sobre todo, pero también muy divertida y satisfactoria.
Aunque no podía levantarme libremente del stand por motivos obvios, pude realizar algunas comprillas (bueno, las hicieron por mí) y, como podía ver el escenario desde mi puesto, también pude disfrutar de los concursos y conciertos que allí se realizaron. En general, me llevo buenas sensaciones. La única pega fue que, por problemas técnicos, tuvo que cambiarse la hora de mi presentación y al final se llevó a cabo por la tarde. Por un momento temí que eso fuera un impedimento, pero acudió mucha gente a verme y fue de las conferencias con mayor auditorio.
¡Un saludo!
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