domingo, 31 de mayo de 2009

Los hombres que no amaban a las mujeres


Este fin de semana ha sido uno de esos en los que organizas los planes no porque te apetezca, sino porque toca.

El fin de semana pasado fui al cine con Carlos a ver Ángeles y Demonios. Vi su predecesora tras leer el libro, y juzgué que para ver ésta no haría falta hacer lo mismo aunque no es lo que me guste hacer generalmente. Economía del tiempo. Pues bien, ese fin de semana nos regalaron un descuento bastante jugoso y muy apetecible, que sólo serviría hasta fin de mes. Y allí que repetimos plan cayendo en una de esas ofertas que sólo te hacen gastar más dinero cuando no lo tenías en mente inicialmente.

Como decía, ya sabíamos que debíamos ir al cine este sábado. No conocíamos las novedades de la cartelera y las alternativas pasadas no nos atraían, pero aún así fuimos a la aventura, a ver si encontrábamos algo interesante para justificar el gasto del ahorro. Y nos encontramos con la primera entrega de otra saga: Millenium. Como decía, no es santo de mi devoción ver una película antes de leer el libro, pero tras los comentarios de mi madre (que ya se lo había leido) sobre la dureza de algunas escenas, deduje que tampoco me apetecería pasar por ese trago y cedí por esta vez.

Me encontré con una de esas películas cuya calidad y procedencia te recuerda que Hollywood no tiene la exclusiva de recursos, actores y guiones. Tres momentos duros, sí, pero de esos que no puedes apartar la mirada de la pantalla aunque te horrorizes. Una excelente interpretación y unos personajes atípicos.

Tengo un nuevo libro en vistas de ocupar mi mesilla de noche.

1 comentarios:

Ismael gimeno dijo...

habra que verla... Me gusta el cine, no asi los libros, pero me encantan las letras...
Un saludo